Arantxa Arcos
Veracruz, Ver.- El viento y el mar han sido los mejores aliados de Rafael Mora Guerrero, un pescador que cambió su balsa por papel china de colores, pegamento, hilo y su mecedora.
Durante 55 años navegó mar adentro, conviviendo con grandes peces y tiburones por horas antes de regresar a tierra cargado con mercancía para vender en el puerto de Veracruz, de donde es originario y actualmente vive.
Por lesiones en sus piernas que le impiden mantenerse demasiado tiempo de pie, su familia decidió vender sus artículos de pescador para alejarse de esta pasión que ahora, lo ponía en riesgo por zarpar sólo en una lancha y caer sin que alguien lo ayudara.
Con esa decisión, descansar en casa no fue opción para él y adquirió artículos para vender raspados, ese hielo mezclado con frutas que generan colores alentando a degustar en temporada calurosa.
La preparación complacía a vecinos y transeúntes que esperaban algunos minutos para comprar los raspados que preparaba Don Rafa. Pero eso no era suficiente para mantenerse ocupado y desde hace cuatro años comenzó otra pasión: elaborar papalotes para ondear sobre los vientos generados a orilla del mar.
Sobre la calle Revillagigedo marcada con el numero #821, a unas cuadras del IMSS de Cuauhtémoc, en el puerto de Veracruz, Don Rafael tiene un pequeño taller color rosa. Se identifica con un anuncio deslavado con la frase “Se venden papalotes”, ahí es donde pasaba la mayoría de su tiempo antes de la pandemia.
Hasta el mes de marzo, abría su pequeño taller donde comparaba colores de papel china y plasmaba la idea con varas de carrizo. A veces innovaba, combinaba nuevos colores, les escribía o dibujaba, siempre buscaba que cado uno llevara un diseño único.
Los meses de abril, mayo, junio, julio y agosto del 2020 fueron los más complicados ya que vendió solo cinco en 150 días. La situación mejoró cuando algunos familiares comenzaron a difundir su trabajo por redes sociales. Los niños que comenzaron a aburrirse de la tecnología o poco hacen uso de ella e iniciaron sus pedidos al taller.
Mientras éstos llegan vía telefónica al 229 492 6534, Don Rafa mueve su mecedora para formar ideas a plasmar apoyado con tijeras, pegamento y medidas marcadas en cartón reciclado, creaciones del último papalotero en Veracruz con 73 años de edad.
